La natación es una forma completa y eficaz de ejercicio que no solo fortalece los músculos, sino que también mejora la resistencia cardiovascular y la flexibilidad. Sin embargo, para alcanzar un rendimiento óptimo en el agua, es crucial prestar atención a la hidratación durante el entrenamiento. En este artículo, exploraremos la importancia de mantenerse hidratado mientras entrenas y proporcionaremos valiosos consejos para optimizar tu rendimiento.

¿Por qué es importante la hidratación en la natación?

El agua constituye la mayor parte de nuestro cuerpo, y su importancia para el funcionamiento adecuado de los órganos y sistemas es innegable. Durante el entrenamiento de natación, el cuerpo experimenta una pérdida significativa de líquidos a través de la transpiración. Aunque pueda parecer que no sudamos tanto en el agua, la realidad es que la natación también provoca deshidratación.

La deshidratación afecta negativamente el rendimiento deportivo. Incluso una pérdida de líquidos del 2% del peso corporal puede llevar a una disminución en la capacidad de rendimiento.  De hecho, esos molestos calambres que muchos de vosotros habréis experimentado durante vuestras sesiones, como la subida de los gemelos, pueden estar provocados por una mala hidratación. A continuación desglosamos una serie de consejos que ayudarán a concienciar sobre unos buenos hábitos de entrenamiento en relación a la hidratación.

Consejos para mantenerse hidratado durante el entrenamiento de natación:

1. Antes del entrenamiento:
Anticiparse a la deshidratación es clave. Asegúrate de estar bien hidratado antes de tu sesión.

2. Durante el entrenamiento:
Si bien puede ser tentador ignorar la necesidad de líquidos mientras estás en el agua, es esencial tomar pequeños sorbos durante los descansos. Puedes contar con bebidas deportivas que ayuden a reponer los electrolitos perdidos a través del sudor aunque dependiendo del nivel de intensidad y duración de la tarea igual es suficiente si nos hidratamos con agua. El American College of Sports Medicine y la European Food and Safety Authority han encontrado suficiente evidencia científica para justificar el uso de las bebidas deportivas con el fin de mejorar el rendimiento deportivo en aquellos esfuerzos una hora o más, pero no está justificado su uso en cualquier persona que haga deporte. Te recomendamos que estudies tu caso y consultes con tu médico de cabecera o profesional del deporte y la salud qué sería lo mejor para ti.

3. Después del entrenamiento:
La rehidratación después del entrenamiento es crucial para recuperarte adecuadamente. Consume agua y, si es necesario, incluye bebidas deportivas que te ayuden a restablecer el equilibrio electrolítico.

4. Monitoreo del color de la orina:
Un indicador simple pero efectivo de la hidratación es el color de la orina. Una orina clara generalmente indica una hidratación adecuada, mientras que un color amarillo oscuro puede ser un signo de deshidratación.

5. Snacks hidratantes:
Incluye alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, en tu dieta diaria. Estos contribuirán a tu hidratación general y mejorarán tu resistencia en el agua.

 

En resumen, la hidratación juega un papel crucial en el rendimiento durante el entrenamiento de natación. Integrar hábitos de hidratación adecuados antes, durante y después de tus sesiones en la piscina no solo mejorará tu rendimiento, sino que también contribuirá a tu bienestar general.

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