La idea de que alcanzar un buen nivel técnico en natación después de los 40 años es imposible es un mito que limita el potencial de muchas personas. Esto provoca que deportistas grandes nadadores en potencia, auto-boicoteen su proceso inconscientemente basados en la falsa creencia de que seguir mejorando no es posible. Si bien es cierto que el desarrollo de habilidades motrices es más fácil durante la infancia y la juventud, la edad no es una barrera infranqueable para aprender a nadar correctamente.

Factores que influyen:

  • Historial deportivo: la experiencia previa en deportes, especialmente aquellos que requieren coordinación y flexibilidad, puede facilitar el aprendizaje de la natación a cualquier edad.
  • Confianza en el medio acuático: una persona que se encuentre totalmente segura en el agua y no sufra de trastornos de ansiedad como la hidrofobia tendrá mayor facilidad para adquirir los gestos técnicos. No obstante, superar este trastorno es posible, de modo que únicamente bastaría un cambio de enfoque al iniciar el proceso de aprendizaje, centrando el inicio en deshacernos de ese miedo irracional, para más adelante, comenzar con la técnica.
  • Fases sensibles de aprendizaje: existen períodos en la infancia y juventud donde el cerebro es más receptivo al aprendizaje de ciertas habilidades motrices. Es por este motivo que personas con un historial deportivo más amplio y que desarrollaron ciertas habilidades como la coordinación y la flexibilidad en su infancia, tendrán cierta ventaja a la hora de desarrollar la técnica.
  • Práctica y feedback: la clave para dominar cualquier técnica, independientemente de la edad, reside en la práctica constante y la recepción de feedback de un buen profesor que se preocupe por ofrecer a cada alumno lo que necesita.
  • Genética: la genética también puede influir en aspectos como la flexibilidad, la fuerza muscular y la composición corporal. Algunas personas pueden tener una predisposición genética para ser más eficientes en el agua, mientras que otras pueden necesitar más esfuerzo para desarrollar la misma técnica. Sin embargo, la genética no es un factor determinante. Además, este factor tendrá influencia en cualquier edad. Si no fuera así todos podríamos llegar a nadar tan rápido como Michael Phelps. En conclusión, la influencia del entorno, incluyendo la práctica regular, la técnica de entrenamiento y la calidad de la instrucción, puede superar las limitaciones genéticas incluso cuando iniciamos nuestra carrera de nadadores después de los 40.

Las fases sensibles de aprendizaje:

Son períodos específicos del desarrollo donde el cerebro está especialmente receptivo a la adquisición de ciertas habilidades. En el caso de la natación, la fase sensible se ubica entre los primeros meses de vida y los 12 años. Durante este período, el cuerpo experimenta un crecimiento y desarrollo muscular, óseo y psicológico ideal para el aprendizaje de la técnica y la adaptación al medio acuático. En la siguiente tabla podéis observar los momentos óptimos de entrenabilidad de las diferentes cualidades:

¿Significa esto que no se puede aprender a nadar correctamente después de los 12 años? No. La plasticidad cerebral, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar, permite el aprendizaje de nuevas habilidades a cualquier edad. Aunque el proceso puede ser más lento que durante la fase sensible, con dedicación, práctica y buen feedback, es posible alcanzar un buen nivel técnico en natación incluso después de los 40.


Consejos para aprender a nadar después de los 40:

  • Buscar un buen profesor: un profesor con experiencia en la enseñanza a adultos puede ayudarte a desarrollar la técnica correcta y evitar lesiones.
  • Ser paciente: el aprendizaje a cualquier edad requiere tiempo y esfuerzo. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. No te compares con tus compañeros, pues como hemos comentado, cada cuerpo y cada historia personal marcará los tiempos de aprendizaje de cada individuo.
  • Disfruta del proceso: la natación es una actividad física beneficiosa para la salud mental y física. Céntrate en disfrutar del proceso de aprendizaje y no solo en el resultado final. Muchas veces el simple hecho de acudir a la piscina y de estar en un medio diferente como el acuático será terapéutico aunque nuestros objetivos a largo plazo, aún no se hayan conseguido.

En definitiva, la edad no es un impedimento para aprender a nadar correctamente. Con la actitud adecuada, un buen profesor y práctica constante, alcanzar un buen nivel técnico en natación es posible a cualquier edad.

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